En Tucumán no hay que bajar los brazos en la lucha contra el dengue, enfermedad endémica en países tropicales y subtropicales. Las abundantes lluvias y la altas temperaturas facilitan la reproducción y la proliferación de mosquitos, entre ellos el Aedes aegypti, que transmite el virus del dengue.
“Muchos tucumanos están regresando de vacaciones de zonas calientes, donde a diario hay casos de dengue. Por eso el Ministerio de Salud de la Provincia intensificó la vigilancia y el control en las zonas de circulación. Los vecinos deben colaborar eliminando de sus casas, jardines y fondos todo recipiente que acumule agua para evitar la multiplicación del Aedes aegypti, que está en Tucumán, pero no contaminado con el virus”, alertó el doctor Rogelio Calli, director de Epidemiología de la Provincia.
Tal advertencia se debe a que en el Hospital Padilla falleció un tucumano radicado en Colombia que se enfermó cuando vino a pasear. “Por los síntomas que presentó: picos de fiebre alta, intenso dolor de musculatura y huesos y algunas hemorragias, y que además provino de un país donde hay dengue, sospechamos que podría tratarse de un caso de dengue hemorrágico. Por eso enviamos al Instituto Malbrán de Buenos Aires las muestras de sus fluidos para que sean analizadas y nos confirmen -o no- nuestra sospecha. Estamos a la espera de los resultados que suelen demorar unos días”, detalló Calli.
La prevención y el control del dengue depende exclusivamente de la lucha contra el mosquito transmisor, ya que aún no existe ninguna vacuna. Además, no es posible el contagio directo de una persona a otra. La persona infectada con el virus, tras la aparición de los síntomas y dentro de 4 a12 días como máximo, sólo puede transmitir la infección a los mosquitos Aedes que la pican. Estos mosquitos infectados, al picar a personas sanas transmiten el virus del dengue. Los mosquitos infectados son portadores del virus y contagian de por vida.
Ante la aparición de cualquiera de los síntomas de dengue hay que consultar de inmediato al médico y no tomar ningún remedio, ni siquiera aspirinas.